Con la noche violenta
mi corazón se retrae
como un junco difunto
en los arrabales;
soledad y nostalgia
me entretienen
con su lluvia de lágrimas
como si fuera un invitado.

Me transmuto en una paloma
que sale a la oscuridad
buscando la luz del manto oscuro
esperando que al alba
despierte ilusionado.

Sé que mis palabras
no salen de mi alcoba vacía,
sin ti ni me salen;
así sueño que vuelo hasta ti
en el quebrado infinito
mientras la tierra
palpita tu ausencia
y mi cuerpo llora tu olvido.

Y sé también, amor,

que en la noche me pierdo
y que tus lágrimas me encuentran,
que tus besos me fecundan
y que lo que fue tu amor
es el equipaje para un día nuevo.

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